De pie y en
fila junto con su pelotón del Ejército Rojo, Taavi ya había resuelto en su
mente lo que iba a decir.
Los oficiales se dirigían hacia él y en el camino le hacían
la misma pregunta a cada uno de los soldados en la fila:
-"¿Eres cristiano?" "No", fue la
respuesta. Entonces se acercaron al próximo: "¿Erescristiano?" "No", contestó.
Los jóvenes
reclutas permanecían parados en atención, con la mirada fija hacia delante.
Los interrogadores se acercaron un poco más al joven estonio de dieciocho
años de edad, que había sido reclutado por el Ejército Rojo durante la
ocupación de su país por los soviéticos.
Taavi era
creyente desde hacía varios años. Aunque en su país solo se les permitía ir
a la iglesia a los mayores de edad, la abuela de Taavi había compartido el
evangelio con su joven nieto. Él había aceptado al Señor como su Salvador,
y aunque no le era permitido asistir al templo, su abuela le enseñaba lo
que iba aprendiendo durante a semana.
Los
interrogadores se acercaron. Taavi nunca dudó de cuál sería su respuesta.
Varios años atrás había tomado una firme decisión, pero aún así estaba
nervioso. Cuando los oficiales llegaron a su lugar en la fila, le
preguntaron: "¿Eres cristiano?" Sin vacilar, Taavi dijo con voz
clara, "Sí".
"Entonces
ven con nosotros", fue la orden del oficial a cargo. Taavi los siguió
al instante. Subieron a un vehículo y se dirigieron hacia el edificio donde
estaba la cocina y el comedor. Taavi no tenía la más mínima idea de lo que
estaba por suceder, pero obedeció las órdenes.
Los oficiales
le dijeron: "Te vamos a sacar del entrenamiento de combate. Eres
cristiano y sabemos que no vas a robar, por lo tanto te vamos a colocar en
la cocina". En la cocina se gestaba la mayor operación de mercado
negro del Ejército Rojo. En ella se llevaba a cabo el contrabando y la
venta ilegal de alimentos para los hambrientos soldados. Ellos sabían que
la presencia de Taavi reduciría el robo.
Cuando seas
retado por causa de tu fe, levántate y proclama con audacia la verdad. Dios
estará contigo y Él te recompensará tu fidelidad.
Mateo 5:13,14
Vosotros sois la sal de la tierra...
Vosotros sois la luz del mundo.
Fuente:
Renuevo.net
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